03 DIC 2023

INICIO DEL TIEMPO DE ADVIENTO 2023

El Adviento es un tiempo que marca el comienzo del Año Litúrgico y que en esta oportunidad transcurrirá desde el próximo domingo 3 de diciembre hasta el sábado 24.

El Adviento son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

La palabra “Adviento” viene del latín “adventus”, que significa “venida”. En el año litúrgico, es el tiempo durante el que nos preparamos para celebrar la Navidad. Debido a esto es, por excelencia, el tiempo de la esperanza, y en él la Iglesia y cada bautizado están llamados a convertirse en esperanza para toda la Creación.


En ese sentido, se puede decir que la esperanza en relación con el Adviento tiene tres dimensiones o aspectos.

Por un lado, en ese tiempo especial se nos invita a reflexionar sobre la primera venida de Jesús, la histórica, en la humildad de nuestra carne, cuando el Hijo de Dios, luego de haberse encarnado en las entrañas purísimas de su Inmaculada Madre, nació en Belén. A este hecho aluden, sobre todo, la mayoría de las lecturas de las últimas dos semanas de ese tiempo de Adviento. Y conmemoramos asimismo ese acontecimiento, imitando también la esperanza en Dios y en la venida del Salvador que tenían los hebreos y muchos otros pueblos de la antigüedad.

Por otra parte, se nos propone también meditar especialmente en la Parusía, la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, que es el tema predominante en las dos primeras semanas del Adviento. De esta manera, experimentamos la esperanza en el regreso glorioso de Jesús como Rey del Universo (cuya fiesta se celebra siempre, precisamente, el domingo anterior al comienzo del Adviento) y en compartir con Él la vida eterna.

Finalmente, también esperamos que Jesús venga al corazón de cada uno de nosotros, ya que Dios está presente siempre y en todo lugar, no deja de golpear a nuestra puerta y jamás nos deja solos. El Adviento nos invita, además, a esperar con especial amor a Jesús, que viene una y otra vez a nuestras vidas, y a recibirlo con alegría y con la esperanza de que permanezca en nuestro corazón. (Aica)